VIENA CAPELLANES. DESDE VIENA CON AMOR...
Viena Capellanes es una red de negocios asociada a una misma casa, creada en 1873. Locales que en la actualidad están repartidos por Madrid, al igual que lo pudiese hacer una franquicia de hoy día, que parece que lo acaparan todo. Compite con un producto: sus sándwiches, con los negocios más potentes de esta clase de establecimientos de comida rápida. Pero existe la diferencia: los locales de Viena Capellanes, no solo ofrecen esta clase de productos y servicios, también café, restaurante, tienda de catering, pastelería, servicio a domicilio, viena Corners, que son comidas para empresas con puntos de venta exclusivos. Apuestan por la restauración en cursos de cocina… Y por supuesto venta online, con un denominador común: la calidad y el saber hacer, que dan los años, nada más y nada menos que 145 les respaldan.

Génova 25 con Manuel Lence Fernández. Años 20.
Como se puede observar, la innovación junto con la variedad y la calidad, hacen de Viena Capellanes una marca que compite con la rapidez lo práctico y la premura de cualquiera de las marcas actuales y en vanguardia. Completando así toda esta clase de servicios de calidad en restauración, con un gran número de tiendas repartidas por todo Madrid.
¿El secreto? Tendríamos que preguntarlo, pero seguramente, como todos los negocios estrella, sería el esfuerzo y trabajo. Pero si uno repasa la historia de esta serie de locales, se da cuenta que también ha tenido mucho que ver la innovación constante. Generación tras generación, desde su inauguración casi hace dos siglos. Todo un lujo poder contar con esta red de negocios asociados a su marca centenaria. Repasamos su historia con su galería de bellas imágenes.

Marqués de Urquijo 17, con Vicente Ramón y Angel Gallego. Años 50.
Todo comienza con las ganas de emprendimiento de su fundador Matías Lacasa, que acude a la exposición Universal de Viena, para recoger ideas y poder establecer un negocio en Madrid. De allí se trae tanto la receta de la tarta Sacher, como la del Pan de Viena. Consigue la patente de este último producto durante diez años, creando una verdadera innovación con este pan tan diferente al candeal, ya que era mucho más fino; un verdadero “Pan de lujo”.

Marqués de Urquijo 19 INTERIOR. Principios Siglo XX
Este industrial y su esposa Juana Nessi, pusieron una tahona en actual calle Misericordia, llamada en aquellos entonces de Capellanes, ya que allí se encontraba la residencia de Capellanes de la Casa Real. Se empezó a popularizar “ir a comprar el pan de Viena a Capellanes” de ahí el nombre.
La tienda pasó por diversas vicisitudes con el paso de los años: épocas de mayor o menos gloria, pero siempre apostando para volver a resurgir en periodos de cambio de dueños al frente, la guerra, la competencia… pues no tardaron en salir competidores a sus mejores productos. La respuesta siempre era la misma: volver a innovar una y otra vez, como por ejemplo panes y otros productos para enfermos y diabéticos, lujosos salones de Té y el afamado Café de Viena, en la calle Alcalá abierto en 1929, cuenta con este prestigio.

Arenal 30. Detalle de la tienda a principios Siglo XX.
Poco a poco la empresa fue creciendo cada vez más en sucursales o novedosos coches autogíros para hacer el reparto a domicilio. Pronto tuvieron clientes tan destacados como la Casa Real u Hoteles como el Ritz o el Palace.
Hoy en día tenemos la suerte de contar aún con sus servicios. Una sensación muy placentera produce conocer la historia de marcas como esta con tantos años a sus espaldas y que sean ¡muchos más!

Arenal 30 con el Autogiro de Viena Capellanes Delante. Alrededor de 1934.

Carruaje de Reparto frente a Mendizabal 34. Principios Siglo XX.
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