La Mallorquina

Historia del establecimiento

Muy cerca del kilómetro cero, en el corazón de Madrid, se encuentra la pastelería- confitería La Mallorquina, junto a su magnífico obrador, estrella de la casa. Uno de los establecimientos centenarios que mantiene en sus 125 años, la función original que le dio su origen.

Fue en 1882, cuando tres socios mallorquines (Balager, Coll y Ripoll) fundaron el primer establecimiento, en un inicio en la calle Jacometrezo, para, poco tiempo después, instalarse en su privilegiado enclave actual. Local que vio el desfile de la historia de finales del XIX y del siglo XX. Amenizadas tertulias de personalidades culturales, de esferas políticas allí se dieron cita, entre ellos Ortega y Gasset, Benito Pérez Galdós, Pío Baroja, Juan Ramón Jiménez… degustaron sus encantadores dulces y bondades mallorquinas que se sirvieron a sus inicios, como: ensaimadas, magníficas sobrasadas, fiambres o jamón dulce servido con huevo hilado.

La Mallorquina se ha ido adaptando siempre a los tiempos, las exigencias de la moda que ha tocado vivir… Un exquisito refinamiento en sus primeros años, con servicio de camareros con frac, que hablaban en francés; vitrinas exuberantes de color y sabor con bartolillos, merlitones o torteles, tartas como la capuchina o ponches segovianos… para las apetencias más exquisitas y gustos más delicados. Aunque eso nunca ha cambiado, siempre se ha ido a la Mallorquina para disfrutar de la alta confitería más exquisita.

Más de un siglo a pleno rendimiento. Cada mañana, desde horas muy tempranas, se elaboran las recetas con más tradición, ciencia y años, junto a la vanguardia más exigente de nuestro tiempo. Se emplean los mejores productos, escogidos exhaustivamente para que el resultado sea selecto, exclusivo y distintivo de su sello, de esta marca, más incluso que eso: de esta institución, icónica de Madrid.

Hoy en día la pastelería confitería La Mallorquina, se nos muestra renovada, adaptada a los tiempos que corren: pedidos online, envíos a domicilio, inmediatos o programados, recogida en tienda, para una surtida oferta en productos salados, confitería, bombonería, bollería y dulces, desayunos y meriendas.

Nuevas incorporaciones de establecimientos de La Mallorquina, se van dando en la ciudad, para mejorar el servicio que se da a los clientes. Transmitiendo la pasión, la vanguardia, el compromiso; valores que impregnan la alta calidad de sus servicios.

Actualmente cuenta con tres tiendas:

Puerta del Sol, 8.

Velázquez, 39.

Glorieta de Quevedo, en calle de Arapiles, 1.

«Somos parte de la historia dulce de Madrid. A lo largo de estos 125 años, LA MALLORQUINA se ha convertido en un referente en la capital. Con estas nuevas aperturas damos así́ nuevos pasos de futuro con una historia que es inmejorable” Ricardo Ortega. Director general

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